Las personas mayores no es necesario que tomen de forma rutinaria vitamina D para reducir el riesgo de caídas

El Esencial es una iniciativa de la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias (Aqua) del Departamento de Salud de la Generalidad de Cataluña que identifica prácticas clínicas de poco valor y promueve recomendaciones para evitar su realización. Estas recomendaciones son consensuadas y avaladas por las sociedades científicas, los profesionales sanitarios, los pacientes y el Aqua.

Esta ficha es una recomendación dirigida a los ciudadanos para que les ayude a la toma de decisiones en la atención sanitaria, y ha contado con la colaboración de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria. No es de obligado cumplimiento ni sustituye el juicio clínico del personal sanitario.

¿Qué es la vitamina D?

La vitamina D pertenece al grupo de las vitaminas que se disuelven en grasas y aceites y ayudan al cuerpo a absorber el calcio. Los principales alimentos que llevan vitamina D son el pescado azul, los huevos y los productos lácteos.

El cuerpo produce la vitamina D cuando la piel se expone directamente al sol. La exposición de cara, piernas y brazos durante 10 minutos 2 o 3 veces por semana parece suficiente para obtener la vitamina D necesaria. Sin embargo, el tiempo de exposición puede variar dependiendo de la edad, el tipo de piel, la estación del año o el uso de filtros solares, entre otros.

¿Por qué los mayores no debe tomar de forma rutinaria vitamina D?

Los resultados de los estudios muestran que la vitamina D no es efectiva para reducir el riesgo de caídas, ni tampoco se ha podido establecer la dosis ni la vía de administración que pueda ser más adecuada en personas mayores.

La vitamina D administrada con fármacos puede causar efectos secundarios de tipo gastrointestinal. Además, para las personas mayores el hecho de tomar un medicamento menos facilita la adaptación al tratamiento de otros medicamentos que toman habitualmente.

¿Cuando hay que tomar vitamina D?

Basta que tomen vitamina D aquellas personas que tengan déficit de vitamina D confirmado a partir de un análisis de sangre. En estos casos, el tratamiento debe ser individualizado según la valoración del riesgo de caída de cada paciente.


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