1. Historia Clínica y visita: El primer paso es una evaluación exhaustiva de la historia médica del paciente, así como un examen físico. Esto ayuda a identificar síntomas que podrían indicar la presencia de un tumor.


2. Pruebas de Imagen: Se utilizan diversas técnicas de imagen para visualizar el interior del cuerpo. Las más comunes son:

  • Radiografías: Para detectar anomalías en los huesos y algunos órganos.
  • Tomografía Computarizada (TC): Proporciona imágenes detalladas de secciones del cuerpo.
  • Resonancia Magnética (RM): Utiliza imanes y ondas de radio para crear imágenes detalladas de los órganos y tejidos.

3. Biopsia: Éste es uno de los pasos más definitivos en el diagnóstico. Consiste en extraer una muestra de tejido del área sospechosa para su análisis en el laboratorio. Existen diferentes tipos de biopsias, como la biopsia por aspiración con aguja fina, biopsia por incisión o biopsia excisional.


4. Análisis de Laboratorio: Además de la biopsia, se pueden realizar análisis de sangre y otros fluidos corporales en busca de marcadores tumorales, que son sustancias que pueden indicar la presencia de cáncer.


5. Consulta Multidisciplinar: Es una especialidad interdisciplinaria desde el punto de vista diagnóstico por lo que se requiere una máxima interrelación con los Servicios de Radiodiagnóstico incluyendo la Medicina Nuclear y la Radiología Intervencionista, Laboratorio, Endoscopia digestiva y pulmonar y Anatomía Patológica, incluyendo tanto las técnicas morfológicas como inmunohistoquímicas, moleculares y de determinaciones de mutaciones genéticas.

Desde el punto de vista terapéutico requiere la participación de la Cirugía, de la Radioterapia y de la propia Oncología Médica.

Por todo ello, el Servicio de Oncología Médica del Hospital es miembro activo del Comité de Tumores teniendo la responsabilidad de la presidencia y la secretaría. Se reúne todos los miércoles.