La triple alianza escuela-familia-centro es la clave para abordar los trastornos mentales en adolescentes
Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental que se celebra el 10 de octubre, desde el Instituto de Salut Mental del Hospital Universitari Sagrat Cor queremos reflexionar sobre un tema de gran importancia: la salud mental de nuestros adolescentes. Y es que los datos hablan y reflejan una crisis que no podemos ignorar: en Cataluña, 1 de cada 4 adolescentes ha experimentado autolesiones, y un 43% de los niños entre 8 y 11 años ha tenido pensamientos suicidas.
Desde el Instituto de Salud Mental del Hospital Universitari Sagrat Cor estamos comprometidos con el bienestar de nuestros jóvenes y defendemos que, con la detección temprana y el apoyo adecuado, es posible prevenir y tratar estos problemas. Para conocer más sobre esta problemática, entrevistamos a la directora del Instituto de Salut Mental del HUSC, la psicóloga Rocío Rosés, sobre esta situación.
¿Cómo hemos llegado a este punto?
La adolescencia es un proceso de cambios de por sí y aunado con la constante comparación y el consumo individual provocan un aislamiento que aleja de la realidad e incrementa la vulnerabilidad.
Estamos viviendo un momento crítico en la salud mental de los adolescentes. Los datos son alarmantes, pero lo más importante es que nos están mostrando una realidad que ya no podemos ignorar. Las autolesiones, los pensamientos suicidas y los trastornos emocionales en nuestros jóvenes son una llamada urgente a la acción.
En la Unidad de Salud Mental del Sagrat Cor, vemos a diario cómo estos problemas pueden tratarse y prevenirse con un enfoque adecuado.
¿Cómo se puede prevenir?
Se necesita un esfuerzo colectivo de toda la sociedad para proteger a los adolescentes y garantizar que reciban el apoyo que necesitan para superar sus dificultades emocionales. Es fundamental que toda la sociedad se involucre en esta lucha, desde las familias y los colegios hasta las instituciones sanitarias. Es necesario crear espacios seguros, en casa, con amigos y en el colegio, donde los adolescentes puedan expresarse, sentirse escuchados y recibir la ayuda que necesitan. Sólo así podremos frenar esta tendencia y ofrecerles un futuro lleno de esperanza.
¿En qué consiste la triple alianza escuela-familia-centro?
Desde el Instituto de Salud Mental creemos en la colaboración entre la familia, la escuela y el hospital. Hemos desarrollado una serie de recomendaciones para padres, profesores y profesionales de la salud que se centran en:
- Mantener una comunicación cercana con los adolescentes y crear espacios de confianza.
- Estar atentos a cambios de comportamiento, como aislamiento o uso excesivo de redes sociales.
- Fomentar actividades extracurriculares para su desarrollo emocional y social.
- Limitar el tiempo de exposición a pantallas, promoviendo un uso saludable.
- Buscar ayuda profesional ante cualquier señal preocupante.
¿Por qué es necesario implicar a las escuelas y familias?
El rol de los centros educativos es fundamental, pero no pueden trabajar solos. Como sociedad, todos debemos involucrarnos para ayudar a nuestros jóvenes. Desde el Instituto de Salud Mental damos apoyo a las familias, a las escuelas, y evidentemente trabajamos en el día a día con los adolescentes, de manera personalizada.
¿Qué recomendaciones daría para mejorar la salud mental de los adolescentes?
La recomendación es clara, debemos despegarnos de las pantallas, escucharnos más y tocar verde. Vivimos en una desafección social, con un ritmo frenético y lamentablemente, los más jóvenes imitan patrones. Por eso, hay que salir a espacios abiertos y naturaleza, socializar y hacer deporte de manera sana para segregar endorfinas en un contexto más real.